Esto no deja de ser una perogrullada pero bien está que se constate de forma "científica".
Con datos contrastados.
Viene bien recordar el informe del CES: "Los
privilegios de las maltratadas".
Si con un par de mentiras vivo el resto de mi vida
sin dar un palo al agua y dando pena a los vecinos, ¿para qué me voy a molestar
en trabajar?
Que destrozo la vida a mis hijos y a su padre, ¿y a
mi qué?
Los privilegios de las maltratadas. Informe del
CES
http://www.libremercado.com/2013-08-24/cuando-los-subsidios-compensan-mas-que-el-trabajo-1276497832/
NUEVO
ESTUDIO PUBLICADO EN EEUU
Cuando los subsidios compensan más que el trabajo
El prestigioso Instituto CATO ha decidido estudiar hasta qué punto los subsidios del estado desincentivan la búsqueda de empleo.
DIEGO
SÁNCHEZ DE LA CRUZ
En
el año 2010, el economista Arthur Laffer, conocido por susestudios tributarios, publicó en el Wall
Street Journal una polémica tribuna de análisis en la que comparó dos variables: el alcance
del desempleo y la prestación
media del seguro de paro. Evaluando ambos indicadores para un periodo de casi
cuarenta años, Laffer llegó a la conclusión de que aumentar la prestación del
subsidio de desempleo anima a permanecer en el paro y desincentiva la búsqueda
de trabajo.
Tres
años después, uno de los más prestigiosos centros de investigación de Estados
Unidos (el Instituto CATO) ha decidido estudiar hasta qué punto los diferentes
subsidios del "Estado del Bienestar" desincentivan la búsqueda de empleo. Los
resultados delinforme son
reveladores.
Transferencias generosas
¿Cuál
es el alcance de los programas de gasto del "Estado del Bienestar" en EEUU?
Veamos: el gobierno federal de EEUU ha creado hasta 126 programas de "gasto
social", de los que 72 ofrecen beneficios directamente a los receptores (bien en
forma de transferencias de dinero, bien con pagos "en especie" como los "cheques
de comida"). Según los números de la Administración Obama, apenas el 40% de los
receptores de estos subsidios tiene un puesto de trabajo: el resto vive
únicamente del dinero público.
Como explica Michael Tanner, coordinador del estudio, "esto no
significa que la gente de menos recursos sea vaga, sino que simplemente no es
lógico para ellos trabajar si aceptar un empleo supone menos ingresos a cambio
de más esfuerzo". Esta es la principal conclusión del estudio: los beneficios de
los programas de "gasto social" son tan elevados que sus receptores viven
mejor del dinero público que
de su propio trabajo.
La
investigación no es sencilla, ya que implica analizar decenas de programas
presupuestarios. No obstante, el Instituto CATO muestra que, de media, la suma
media de "gasto social" que perciben los habitantes de Estados como California,
Nueva Jersey o Nueva York equivale a más de 35.000
dólares anuales, asumiendo como unidad promedio un hogar con dos
hijos.
En
otros territorios de EEUU, el total desciende hasta 28.500 dólares, cifra menor
pero igualmente significativa. El Estado en el que más bajas son estas
compensaciones es Mississippi, con 16.984 dólares anuales. En
el extremo opuesto se encuentra Hawaii, donde estos beneficios alcanzan de media
los 49.175 dólares.
Cabe
señalar que estos beneficios están exentos de
impuestos, por lo que se reciben completamente libres de cargas
tributarias. Esto explica que en 33 de los 50 Estados de la Unión, ser receptor
de los programas de "gasto social" es mucho más conveniente que tener un trabajo
de ingresos bajos (salario mínimo de 8 dólares por hora).
La
situación se acentúa en Estados como California, donde cobrar los subsidios del
"gasto social" supera el ingreso neto de un trabajo de 15 dólares por hora. No
obstante, el caso más sangrante es el deNueva
Jersey, Nueva York o Washington DC, donde los subsidios permiten vivir
mejor que con un trabajo de 20
dólares la hora.
Sin
embargo, vivir de estos subsidios también supone cerrarse las puertas a la
movilidad laboral. Es por eso que se considera "pobres" al 24% de los adultos
que reciben estas transferencias, frente a una ratio inferior al 3% para los
trabajadores a tiempo completo.
El coste para el resto de la sociedad
Los
126 programas contra la pobreza que contempla el "Estado del Bienestar"
estadounidense cuestan anualmente 688.000 millones de dólares. Cabe señalar, eso sí, que los demás
niveles de gobierno también entregan diferentes subsidios y beneficios a las
familias de ingresos menores. Así, al margen de todo lo anterior, los
contribuyentes también financian el "gasto social" ejecutado por gobiernos
estatales y municipales, así como por la administración de los condados.
En
Reino Unido, el debate sobre el coste fiscal de estos subsidios ha impulsado una
nueva norma presupuestaria que limitará el alcance de estas ayudas. El "tope"
fijado por el Ejecutivo de David Cameron será de 2.000 libras al mes por cada hogar, si bien los receptores
individuales de estos subsidios (es decir, personas sin hijos) verán reducido el
total a 1.400 libras mensuales.
En
España, algunos analistas han subrayado la incoherencia de entregar un subsidio
básico de 400 euros a los
parados sin prestación mientras el coste laboral mínimo se mantiene en niveles
superiores a los 1.100 euros, contabilizando el coste salarial y la factura
fiscal de cada puesto de trabajo. No obstante, este debate sigue pendiente en
España.