lunes, 19 de noviembre de 2018

El Tribunal Supremo desestima indemnizar a un hombre por daño moral a quien su exmujer le ocultó no ser el padre de su hijo


Los privilegios de las feministas basados en las consabidas mentiras de las feministas.

Con la disparatada excusa de no desproteger al menor no sólo se deja impune el engaño, la estafa y el daño sino que se incentiva a otras personas a cometer la misma canallada. El Tribunal Supremo reitera su doctrina.

El Pleno de la Sala Primera estima el recurso de casación. En primer lugar, reitera su doctrina jurisprudencial que, en casos como este, ha negado la procedencia de devolver las pensiones de alimentos.

En otros países como Alemania o Francia no sólo está prohibido hacer pruebas de paternidad sin el permiso de la madre sino que incluso está penado. Esto es, podemos ir a peor.

No sólo no se resarce el daño sino que se obliga al estafado a seguir siéndolo durante años a manos de la parásita.

El niño seguirá sin saber quién es su padre lo que acarreará consecuencias lamentables. Empezando por criarse con una madre cuyo único interés en el niño radica en su uso como instrumento de extorsión y con un “padre” que le tratará con desapego e incluso animadversión. Incluso en caso de enfermedad del niño las consecuencias pueden ser desastrosas.

Pero la excusa para tamaño atropello es proteger al menor. Es indignante y vergonzoso.


 
 

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