viernes, 2 de marzo de 2018

María Paz Ruiz Tejedor, psicóloga. Informe falso y falso testimonio en juzgado.

María Paz Ruiz Tejedor
Informe falso y falso testimonio en juzgado.
Pichicóloga en la clínica forense de los juzgados de Plaza de Castilla en Madrid.
3 de marzo de 2008 / 26 de noviembre de 2010

María Paz Ruiz Tejedor es pichicóloga forense en la clínica forense de los juzgados de Madrid. En una entrevista en un periódico había declarado que la mayor parte de las denuncias de maltrato son falsas.
Por encargo del organizador de un congreso sobre custodia compartida y síndrome de alienación parental, acudimos a ver a María Paz Ruiz Tejedor para invitarla a dar una ponencia en el citado congreso.  
Nos dirigimos a la secretaría de la clínica forense de los juzgados de Plaza de Castilla donde nos preguntaron por el motivo de nuestro interés en hablar con ella. Tras explicarlo la llamaron por la línea interna, recibiéndonos en su despacho a continuación.
Por supuesto, María Paz Ruiz Tejedor estuvo encantada de ser ponente en un congreso. Su currículo, prestigio profesional y vanidad se verían incrementados. Además de sus ingresos económicos.
La conversación duró hora y cuarto. En el transcurso de la misma ella comentó que también había padres que alienaban a sus hijos. Algo que nadie en su sano juicio niega. De hecho, empezó a contarnos un caso paradigmático que ella tramitaba.
María Paz Ruiz Tejedor se quedó a cuadros cuando se le dijo de quién se trataba y se le comentó pormenores del caso. María Paz Ruiz Tejedor fue consciente de su “error” pues al padre le pedían seis años de cárcel por alienar al hijo. Pese a ello presume de ser “muy rigurosa” cuando los hechos demuestran lo contrario. La prueba principal sobre la que pivotaba la acusación contra el padre era el informe que María Paz Ruiz Tejedor había hecho. El informe “pericial” de la “técnico” que según la ley ni es perito ni es técnico.
Al pedirle que arreglase su “error” contestó que era imposible. En realidad no quería que su negligencia e incompetencia trascendieran. No quería que se divulgara su desinterés en averiguar la verdad.
Que el inocente padre acabase en la cárcel y que el hijo terminase en un orfanato no le importaba a María Paz Ruiz Tejedor.
La madre del niño prefería que su hijo fuese a un orfanato antes que con el padre. La madre se servía de una de las abogadas fundadoras de la Asociación de mujeres juristas Themis. Las mismas que niegan la existencia del Síndrome de Alienación Parental salvo que el padre sea el alienador. Entonces sí hay alienación pues conviene a los intereses económicos de éstas autodenominadas “feministas”.
El informe mal hecho de María Paz Ruiz Tejedor recordaba las palabras de Félix Pantoja, vocal del CGPJ, quejándose de que estos informes parecían hechos con multicopista pues sólo variaban los nombres. Ya se sabe, la comodidad del corta y pega del ordenador. María Paz Ruiz Tejedor no se había tomado la molestia de averiguar la verdad sino de aumentar su “productividad” que sería recompensada a final de mes en su nómina.
En el juicio contra el padre inocente María Paz Ruiz Tejedor negó haber mantenido la conversación. Después recuperó milagrosamente la memoria e incluso presumió de tenerla muy buena. Pero no sólo no reconoció su “error” y negligencia manifestadas en la conversación en su despacho sino que nos acusó de haberla perseguido y amenazado por los pasillos de los juzgados. En el juicio había declarado como testigo uno de los participantes en la conversación y se pidió la admisión de la grabación como prueba. Pero el juez inadmitió la grabación de la conversación como prueba.
Nos querellamos contra María Paz Ruiz Tejedor por calumnias, injurias, falso testimonio y falsedad documental. La juez del juzgado de instrucción número 26 de Madrid, Concepción Jerez García, archivó la querella con el peregrino argumento de que “no aparece debidamente justificada la perpetración del delito”. Una clara prevaricación, ¿no?
auto archivo
Para entender mejor este incomprensible archivo viene bien recordar que Concepción Jerez García es comisaria política feminazi del Consejo General del Poder Judicial.
-asesores confidenciales- general y detalle
El organizador del congreso fue advertido de lo sucedido pero mantuvo la intervención de María Paz Ruiz Tejedor y la pichicóloga dio su ponencia sin que se le cayese la cara de vergüenza.
El padre fue absuelto tanto en primera como en segunda instancia. Pese a no admitirse, la grabación de la conversación con la pichicóloga fue la prueba que desmontó el falso informe de María Paz Ruiz Tejedor y por ende, la acusación contra el padre de alienar a su hijo en contra de la madre. El padre inocente estaría ahora en la cárcel y el hijo en un orfanato de no haber habido entrevista por casualidad en el despacho de María Paz Ruiz Tejedor y haberla grabado.
¿Cuántos inocentes habrá llevado a la cárcel María Paz Ruiz Tejedor?
¿Cuántas infancias habrá destrozado María Paz Ruiz Tejedor?
¿Los pichicólogos de los juzgados manejan alguna ciencia o son simples echa cartas?
Mención aparte merece la jueza de familia que llevaba el caso. Alicia Barba con plaza en Colmenar Viejo. Entre otras aberraciones:
·       La juez coaccionó y amenazó al menor.
·       La juez no permitió al menor emanciparse cuando cumplió los dieciséis años.
·       La juez negó establecer pensión de alimentos a favor del menor por parte de la madre.
·       La juez intentó el internamiento del menor en un orfanato.
·       La juez estableció la custodia a favor de una tercera persona en detrimento del padre y de la madre.
¿Cuántos inocentes habrá llevado a la cárcel la juez Alicia Barba?
¿Cuántas infancias habrá destrozado la juez Alicia Barba?
A continuación ofrecemos las grabaciones de:
- La conversación con la pichicóloga María Paz Ruiz Tejedor.
- La declaración en el juicio del otro participante en la conversación quien aporta la grabación y el juez la desestima.
- La declaración en el juicio de las pichicólogas María Paz Ruiz Tejedor, Raquel Peña Gutiérrez y Concepción De la Peña Olivas ratificándose en su informe falso y negando la existencia de la conversación.



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