Como era de esperar, el número de cretinoides que
vieron las diatribas de Esteban fue numeroso.
Esteban siguió aumentando sus ingresos a cuenta de
insultar, amenazar y mentir sobre aquellos de quienes vive del
cuento.
Jesús Janeiro lleva años demostrando ser buen
padre, buen marido, buen hijo, buen hermano, buen vecino, etc.
Belén Esteban lleva años demostrando ser una pésima
madre, mal esposa, mala hija, mala hermana, mala vecina, etc. Lleva años
insultando, mintiendo y amenazando sin que obtenga castigo o siquiera una
reprimenda. Lo que ha recibido ha sido unos sustanciosos ingresos sin trabajar y
el apoyo de una ingente cantidad de cretinoides que se ven reflejadas en esta
drogadicta cuyo lema hemos tenido que oír repetidas veces: "Hago lo que me
sale del coño".
Lo que lleva aguantado Jesús Janeiro es lo mismo
que sufrimos diariamente miles de personas gracias a la legislación vigente y la
práctica judicial diaria.
Viene a cuento recordar un buen artículo de Begoña
Carballo del año 2006.
Día
19/10/2013 - 13.35h
Estaba preocupada por la respuesta del público y logró el
25,7% de cuota y más de tres millones de espectadores
Los
regresos de Belén
Esteban a «Sálvame
Deluxe» son un género
televisivo. Y dentro de ese género hay un subgénero: el de los regresos con
motivo de adicciones presuntamente superadas. El último, el de abril, salió
rana. Salió demonio de Tasmania. Llegó con los papeles de que estaba «limpia» de
eso de lo que nunca se habla, como si jugáramos a Tabú, pero estaba muy mal
y salió
tarifando y peleándose con Lidia Lozano. El segundo retorno ha sido más
calmado (parece que limpia de verdad) pero a la manera de Belén: «María José,
coge una libretita para la denuncia que me vas a poner». Pero eso fue la segunda
parte de la entrevista, ya en modo Belén.
La
rubia cambiante tiene dos maneras de comportarse en la tele. Por un lado, la
calmada, mohína y sentimental (que fue la de la primera parte en el «Sálvame
Deluxe» con Jorge
Javier, donde hasta
dijo que había «mojado» en Benidorm). Por otro lado, la guerrera, que
tuvo lugar ya con el resto de colaboradores. Más que esa memez de princesa del
pueblo, la muchacha en todo caso es princesa guerrera, como Xena (y el corto de la falda era similar).
Cualquiera
que la haya seguido estos años sabe que la Belén buena, la Belén televisivamente
potente, es la Belén enfadada (la del Defensor del Menor, por ejemplo: «Ni que
fuera yo Bin Laden»). Y esa fue la de la segunda parte. Venía
«autorizada» por su hija, según dijo, para hablar. Hijos autorizando a
los padres. Estamos muy mal. Su hija, ya se sabe, es el resorte que la pone en
marcha, como el agua a los gremlins. Y tenía mucha plancha acumulada. Cargó
contra los Janeiro en general y contra los Campanario en particular. Amplió su famoso
mantra en referencia a María José Campanario: «A mí, tocan un pelo a mi Andrea y
mato. Pero que la mato. A ella, a la hija, al hijo, al padre y al padre de mi
hija». Que parecía Katey
Sagal en «Hijos de la Anarquía»’
pero sin motos.
¿Sigue
teniendo interés Belén Esteban? Pues ahí está ese 25,7
por cien de cuota de pantalla y 3.113.000 espectadores. Estaba ella
preocupada por la audiencia. Una preocupación menos, hija. El médico le ha dicho
que vuelva al trabajo pero que hable menos de su vida. Ella le replicó: «¿Pero
usted ha visto “Sálvame”?».