Irene y Javier Fernández-Largo y su madre Carmen
López García-Serrano, ¿maltratadores?
Mientras madre y abuela controlan, espían y graban
la conversación entre padre e hijo (delito contemplado en el Código Penal), el
niño se pasa hora y cuarto llorando reclamando que quiere estar con su padre.
La madre apaga las luces para que el niño tenga
miedo y desarrolle animadversión a relacionarse con su padre.
Pese a las repetidas llamadas del niño, la madre
prolonga la tortura al no hacerle caso.
Esta prueba, como tantas otras, fue aportada al
juicio por la custodia. La juez Mónica Guerrero Fraile la inadmitió, como
tantas otras, otorgando la custodia a la madre.
El siguiente audio no es sino un breve resumen de
la hora y cuarto de llanto y miedo que sufre el niño.
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