Los
privilegios de las feministas basados en las consabidas mentiras de las
feministas.
Con
la disparatada excusa de no desproteger al menor no sólo se deja impune el
engaño, la estafa y el daño sino que se incentiva a otras personas a cometer la
misma canallada. El Tribunal Supremo reitera su doctrina.
El
Pleno de la Sala Primera estima el recurso de casación. En primer lugar, reitera
su doctrina jurisprudencial que, en casos como este, ha negado la procedencia de
devolver las pensiones de alimentos.
En
otros países como Alemania o Francia no sólo está prohibido hacer pruebas de
paternidad sin el permiso de la madre sino que incluso está penado. Esto es,
podemos ir a peor.
No
sólo no se resarce el daño sino que se obliga al estafado a seguir siéndolo
durante años a manos de la parásita.
El
niño seguirá sin saber quién es su padre lo que acarreará consecuencias
lamentables. Empezando por criarse con una madre cuyo único interés en el niño
radica en su uso como instrumento de extorsión y con un “padre” que le tratará
con desapego e incluso animadversión. Incluso en caso de enfermedad del niño las
consecuencias pueden ser desastrosas.
Pero
la excusa para tamaño atropello es proteger al menor. Es indignante y
vergonzoso.
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